Encontramos una terraza que tenía jardineras pequeñas y sin riego automático, con orientación sur. La propiedad se quejaba de que no le duraban nada las plantas y no conseguía tener la terraza bonita y nos pidió una solución.
Retiramos las antiguas jardineras y parte del entramado de maderas existente en la terraza. Instalamos grifo sacando una toma de agua a la terraza puesto que no existía. Compramos jardineras más grandes en color blanco para aportar luminosidad, frescura y diseño. Ampliamos la base de apoyo de las jardineras con soportes de cerrajería pintados en color blanco. Colocamos una selección de plantas amantes del sol y resistentes, para crear un ambiente de estar muy apetecible. Y por supuesto, instalamos riego automático por goteo para facilitar el mantenimiento.